Los primeros fríos las iban arrancándole poco a poco su verde estival, y pintándolas de mil colores.
Un río de estrellas pintadas de mil colores, regaba el suelo, y los vientos cada día más fríos hacia que danzarán a su son.
Los árboles se irán desnudando poco a poco, con la entrada del otoño, esperando el invierno que llega como lobo hambriento, dejándolos moribundos hasta que las calores de la primavera, vuelva a llenar de estrellas las ramas de los árboles.