Bebiendo Ron, escuchando Rock and roll, un canción en mi corazón.
Me calaste hondo, igual que la canción.
Me calaste hondo
Y ahora me dueles
Si todo lo que nace perece, del mismo modo.
Un momento se va.
Y no vuelve a pasar.
Recuerdos que vuelan al son de la canción.
Telarañas en mis ojos, no se si son de emoción o el Ron que atormenta mi corazón.
La noche se hace madrugada, y el cuerpo me pide cama, ya no somos esos adolencentes que al cuerpo maltratavamos.
Mi cabeza da vueltas, aún tarareo acordes.
Intento levantarme pero la cama me atrapa.
Ya no somos los jóvenes que fuimos, ahora la consecuencias de una noche de fiesta se pagan toda la semana.
Peró que me quiten lo cantado, que siempre seremos eternamente jóvenes.