Compañeras de la Dama que danza de noche, entre brumas y sombras.
Una de ellas descendió a la tierra, y en mi mano se poso, solo por un instante.
Pero ese instante me basto para magnificarme con el brillo que desprendía.
Alzo el vuelo, y como si fuera un faro, iluminaba mi camino, guiando mis pasos en la noche,
siempre por el camino correcto.
Ella me acompaño toda la noche hasta estar cerca de mi destino, cuando empezó a salir el sol de repente desapareció entre las nubes y los primeros rayos de sol.
A partir de ese día, cada noche miro el cielo esperado volver a ver esa luciérnaga, que esa noche cuando estaba yo perdido sin rumbo, me llevo hacia mi hogar.
Y me pregunto si lo que vi ese día era una luciérnaga o quizás era un ángel?